Diseño
El dibujo en mi vida siempre ha sido un portal para crear nuevas realidades. Desde pequeña me perdía en horas de contemplación frente al papel, dando vida a mundos enteros con los rotuladores que amablemente me regalaba mi abuela. Con el paso de los años, el dibujo se convirtió en algo más que una simple actividad; era mi refugio, un lugar donde podía construir y habitar realidades que alimentaban mi alma. En 2016, mientras abrazaba mi viaje como artista visual, descubrí una nueva perspectiva del dibujo: no solo como un pasatiempo, sino como un lenguaje profesional. Allí mejoré técnicas, exploré nuevos horizontes y aprendí a agregar valor emocional a cada trazo, transformando algo afectivo en una expresión artística auténtica y significativa.
























